Hace unas semanas que pongo pocas entradas, y no me suele suceder...ya que siempre tengo muchas en espera de ser publicadas. Pero reconozco que en las últimas semanas, he estado con demasiado trabajo...no quiere decir que no haya cocinado nada, sino que no he tenido la oportunidad de hacerlo con tiempo y relajación para poder hacer fotos y redactar una receta. También es cierto que mi cabeza está inmersa en un nuevo proyecto que ya os contaré más adelante...
Es algo que deseaba desde hace tiempo y que por fin parece que va a hacerse realidad...esto me va a mantener apartada algo de mi blog y por supuesto de vuestras cocinas, por suerte como muchos estaréis de vacaciones...no me echaréis mucho de menos y me será más fácil ponerme al día de vuestros blogs a mi vuelta a la normalidad.
Supongo que en Septiembre, ya podré estar más activa...y además es cuando yo me tomo mis vacaciones largas y no sé si este año iré o no de vacaciones, aunque unos días si saldré de Barcelona, al menos eso espero....No quiere decir que no me pase por aquí, ni por vuestras cocinas cuando encuentre el momento....pero no será de forma habitual.
Hoy he cocinado para mi sola, y como se trata de mi comida libre...siempre me gusta prepararme algo delicioso que me permita soportar la semana de dieta de una forma mucho más fácil y relajada. Como mi familia hoy no estaba no tenía ganas de complicarme...pero si no me complicara en la cocina...entonces no sería Núria ...jaja. Pero al final he recordado que tenía una lámina de hojaldre del Lidl, que realmente es deliciosa....y como soy una chocoadicta, me apetecía que el relleno fuera de la receta de trufa que siempre hago de Montserrat Seguí de Queralt. Es una trufa que sirve para poder hacer trufas, rellenar pasteles, bracitos, o si le añades más nata montada...queda más suave y menos compacta y es lo que he hecho para esta preparación.
La crema de trufa, es absolutamente deliciosa...y si lo haces con un buen chocolate negro de más del 70 % el sabor es maravilloso, y es casi de delirio....Ya dicen que el chocolate contiene serotonina y anandamida, ambos son psicotrópicos naturales y por eso facilitan esa sensación de placer...yo sé que no todo el mundo adora el chocolate y menos el chocolate negro, pero para los que sí, no os dejéis perder esta crema de trufa para rellenar la preparación que más os apetezca. A los que les guste el chocolate blanco o con leche, seguro que también será posible hacerla.
Pero ya os digo que está demostrado que el chocolate negro es el más benéfico. El blanco y el de leche, tiene menor contenido de cacao y por tanto mayor cantidad de grasas. Hay estudios que demuestran que el chocolate mejora los accidentes cardiovasculares y mejora la hipertensión...
Ingredientes (6 caracolas)
- 1 lámina de hojaldre (yo uso la del lidl que es rectangular)
- 1 huevo batido y un chorrito de leche
- 100 gramos de chocolate negro
- 100 gramos de azúcar
- 2 cucharadas de agua
- 1 yema de huevo
- 50 gramos de mantequilla
- 200 ml. de nata montada
- Cornetes que venden para hacer estas caracolas, o en su defecto, podéis hacer unas con papel de aluminio como mi amiga Milena
- Manga pastelera, o una bolsa limpia
Elaboración
Elaboración de la trufa (al menos unas horas antes)
Ponemos en un cazo (al baño maría) el chocolate, el agua y el azúcar. Cuando esté derretido apartamos un momento del fuego para añadir la yema de huevo. Batimos bien y volvemos a poner al fuego hasta que la crema esté lisa y brillante.
Entonces apartamos del fuego y añadimos la mantequilla, para que se vaya derritiendo. Dejamos enfriar la crema.
Montamos la nata y agregamos a la crema de chocolate, cuando ya esté templada o casi fría. Con movimientos envolventes.
Colocamos la trufa en una manga pastelera o una bolsa, en su defecto. Metemos a la nevera, o al congelador si tenemos poco tiempo para que espese la trufa.
Elaboración de los conos
Estiramos la masa de hojaldre (la podéis afinar algo más con ayuda del rodillo, sobre una superfície enharinada) y hacemos tiras no demasiado gruesas. Cubrimos con estas tiras los conos empezando por la punta y acabando por la parte más ancha.
Tenéis que ir superponiendo un poco de hojaldre sobre la vuelta anterior. Al final sellar un poquito y pintar con huevo batido y leche. No os quedéis justo al borde del cono, porque al inflarse os costará mucho más que no se rompa al sacar el molde.
Ponemos en una bandeja sobre papel de horno los conos. Horneamos durante 10 o 15 minutos hasta que los veais doraditos.
Los dejamos enfriar sobre una rejilla. Con mucho cuidado extraemos los moldes. Podéis hacer un pequeño giro del molde, para que se separe del hojaldre y se pueda sacar con mayor facilidad.
Cuando ya estén frías y desmoldadas rellenamos las caracolas con la trufa, con ayuda de la manga pastelera.
Espero que la disfrutéis tanto como yo!!!