Aunque no parece que haga demasiado tiempo de helados y de sorbetes, aquí en Barcelona han subido bastante las temperaturas y ya empiezan a apetecer. Así tenéis recetas pendientes para poner en práctica en cuanto empiece la primavera.
Este sorbete de mango es del libro de postres Montignac, y me apetecía mucho probarlo. Es un postre ideal para una comida o cena con alimentos de índice glucémico medio (pasta o arroz), que no admite grasas saturadas y además el mango es de ig medio.
Como lleva leche condensada y tiene bastante leche, tened en cuenta que no debéis tomar más lácteos frescos durante ese día, pues con una porción de helado cubrís las dos raciones diarias.

Ingredientes
- 2 mangos muy maduros (unos 450 gramos de pulpa peso neto)
- 100 gramos de leche condensada desnatada
- 2 cucharadas soperas de zumo de limón
- 1 vaina de vainilla (extraemos la esencia de su interior)
- 2 cucharadas soperas de fructosa (yo no le puse, pues la leche condensada ya lleva la suficiente)

Elaboración
Preparamos primero la leche condensada, según la receta. Dejamos enfriar.
Pelamos y cortamos el mango en trozos, añadimos el zumo de limón y la esencia de vainilla. Trituramos bien, hasta que no quede ningún grumo.
Añadimos la leche condensada a la mezcla. Si creeis que lo necesita añadimos la fructosa.
En la heladera
Ponemos la mezcla en la heladera, hasta que empiece a quedar cremoso y algo helado. Después metemos en un recipiente en el congelador.
De forma manual
Ponemos la mezcla en un bol, preferiblemente de aluminio o cristal. En un intervalo de dos horas, sacar 3 o 4 veces del congelador y remover para evitar la cristalización. Después poner en un tupper con tapa y conservar allí.
Sacamos el sorbete una media hora antes del congelador o sino tenemos previsión, ponemos 30 segundos en el microondas. Servimos y degustamos!!

Creo que de todas las cosas que se pueden hacer en cocina, el mundo de las masas y en concreto el mundo del pan, es una de las cosas que más me apasiona.
Primero y lo que creo que es más importante, es la transformación de unos ingredientes básicos como el agua, la harina, la sal y la levadura, en una forma magnífica, con un delicado y cálido aroma que inunda toda tu cocina. No sé si os pasa, pero hay olores o sabores que te transportan al pasado, y a mi me ocurre con el pan. Recuerdo siempre el olor que desprendía al pasar cerca de la tahona, o el aroma intenso a pan recién hecho que salía cuando el panadero abría la furgoneta del reparto del pan en el pueblo donde yo veraneaba....y yo aún pequeña, me alzaba un poquito para ver todas aquellas barras de pan recién hecho...Siempre me ha gustado mucho el pan, mucho más que cualquier dulce...y me comía aquel pan pellizco a pellizco, sin ningún tipo de acompañamiento....ains que recuerdos!!
Segundo porque creo que es una terapia antistress el hecho de amasar, golpear y dar forma a los panes. Según uno de los libros del pan que tengo en casa, es una de las actividades que más relaja, incluso llega a comparar el amasado, con el yoga o el tai chi. En mi caso, utilizo la panificadora para hacer la masa si tengo otras ocupaciones, pero amaso a mano siempre que dispongo de tiempo para hacerlo, porque os sorprendería lo fácil y rápido que es.
Hace 3 0 4 años que hago pan, pero es desde hace un año que aprendí a moldear y no a deformar el pan...jeje. Fue a través de videos en youtube, en inglés, en francés y en italiano...a través de internet, y gracias a dos libros de pan que compré y que me vinieron muy bien durante una largo reposo....para aprender y coger con más fuerza si cabe, el tema del pan.
La forma de ceriola, es una de las que más me gustan, ya que el corte queda bien abierto y crujiente como a mi me gusta. La forma de nudo, sólo lo había probado una vez, pero con un nudo.. y viendolo en el blog de Eva, Ma Petite Boulangerie hace pocos días, se me antojó volver´a ponerlo en práctica....La verdad es que quedaron muy vistosos y aunque disponía de poco tiempo hice unas fotos, con poca luz...pero que se aprecia bien la forma y la corteza del pan.
No me enrollo más y paso a contaros la receta. Por cierto, siento que se haya lanzado la receta sin las explicaciones, pero la tenía programada y no me di cuenta.
Os digo que yo trabajo con prefermentos, pues los resultados son excelentes, pero si no quereis o no podéis esperar, podeis unir los ingredientes del biga, soaker y masa final y hacer una masa directa, añadiendo eso sí 2 o 3 gramos más de levadura, ya que al utilizar prefermentos la masa sube más sin necesidad de poner tanta levadura.
Ahora, os recomiendo que probéis a confeccionar un pan integral con las indicaciones y os sorprenderán los resultados muy gratamente.


Ingredientes del soaker
- 200 gramos de harina integral de espelta + 27 gramos de gluten
- 170 ml. de agua mineral a temperatura ambiente
- 4 gramos de sal
Elaboración del soaker
1.Mezclar todos los ingredientes del soaker juntos en un bol durante 1 minuto, hasta que toda la harina esté hidratada y los ingredientes hayan formado una bola de masa.
2.Cubrir el bol con film de plástico y dejar a temperatura ambiente de 12 a 24 horas. Si pasan las 24 horas, colocar el soaker en la nevera, se mantendrá bien 3 días. Sacar de la nevera dos horas antes de utilizar en la masa.
Ingredientes para la biga
- 227 gramos de harina integral de trigo
- 170 ml. de leche desnatada o leche kefirada desnatada o leche de soja
- 1 gramos de levadura
Elaboración de la biga
1. Mezclar todos los ingredientes de la biga juntos en un bol para formar una bola de masa. Usando las manos mojadas amasar la masa en el bol durante dos minutos para asegurase que los ingredientes se han distribuido bien y la harina se ha hidratado totalmente La masa debe ser pegajosa. Dejar la masa reposar 5 minutos, entonces amasar otro minuto con las manos mojadas. La masa debe estar suave pero debe seguir pegajosa.
2. Pasar la masa a un bol limpio, cubrir con film de plástico y regrigerar al menos 8 horas, puede mantenerse en la nevera hasta 3 días.
3 Dos horas antes de mezclarla con la masa final, sacar de la nevera. Tiene que haber levado un poco pero no es necesario que leve significativamente, ya que levará cuando se añada a la masa final.
Ingredientes para la masa final
- 156 gramos de harina integral de espelta
- 10 o 20 ml. de agua
- 1/2 de redoxon naranja o limón (actúa como mejorante panario, diluir en el agua) o 1 cucharada de zumo de limón o naranja
- 6 gramos de sal
- 14 gramos de fructosa o jarabe de ágave
- 4 gramos de levadura instantánea de panadería
- 14 gramos de aceite de oliva o girasol
Para decorar
- agua
- harina para ajustar y espolvorear por encima

Elaboración
Elaboración masa final
- Usando una pala metálica para masa, cortamos el soaker y la biga en 12 pequeños trozos cada una. Añadimos un poco de harina para que no se peguen entre ellos.
- Si se mezcla a mano, combinamos los trozos de soaker y biga con el resto de ingredientes, excepto la harina extra para ajustar. Amasamos con fuerza con las manos húmedas durante dos minutos,hasta que todos los ingredientes se hayan integrado de forma uniforme y distribuido en la masa. La masa debe estar blanda y ligeramente pegajosa; sino añadir más harina o agua si necesita.
- Si usamos una amasadora standar, colocar las piezas de las pre-masas y todos los otros ingredientes, excepto la harina extra y utilizar la pala de amasado. Mezclamos a velocidad lenta 1 minuto para conseguir una bola homegénea.
- Cambiamos a velocidad media, durante 2 0 3 minutos, hasta que las pre-masas se hayan cohesionado. Añadir más harina o agua si lo necesita, hasta que quede suave y adherente, pero no pegajosa.
- Espolvoreamos una superfície con harina. Rodamos la masa hasta cubrirla de harina. Amasamos con las manos húmedas durante 3 o 4 minutos, incorporando sólo la harina que necesite , hasta que la masa suave pero no pegajosa. Hacemos algunas dobleces a la masa. Colocamos la bola y la dejamos reposar en la superfície durante 5 minutos, mientras preparamos un bol limpio un poco aceitado.
- Amasamos durante 1 minuto, para fortalecer el gluten y terminamos de ajustar el agua y la harina, si fuera necesario. La masa debe estar dura y flexible. Boleamos dentro del bol, para que se embadurne la masa del aceite. Tapamos con papel film y dejamos reposar de 45 a 60 minutos, hasta que doble su volumen.
- Con cuidado pasamos la masa a una superfície enharinada. Formamos una gran bola o dos barras grandes o cuatro pequeñas, con cuidado de no desgasificar demasiado la masa, durante el moldeado. Colocamos las barras en un trapo espolvoreado con harina, y separadas entre ellas con el mismo trapo, para que no se peguen. Dejar levar 45 minutos más.
En esta ocasión he dado forma de ceriolas y nudos, os voy a dejar unos enlaces para que veáis como moldear de esa forma.
Ceriola
Nudos
Tengo pendiente esta receta desde Navidades...Fue verla en el blog Que comemos en Navidad, de la Sra. Santa Klaus y enamorarme de ella. Yo he comprado estos empedrados o rocas en una tienda especializada en chocolates, pero tenía ganas de probar y hacerlos en casa para que fueran sin azúcar.
El fin de semana pasado, no pude resistirme y la puse en práctica. Es mucho más rápida y fácil de hacer de lo que me esperaba y os invito a probarla, sobretodo a los amantes del chocolate.
Se me ocurrió hacer las rocas de nueces, ya que tengo un montón de nueces de excelente calidad, y han quedado absolutamente deliciosas!! Tengo que probar a hacer con pistachos o con almendras, sobretodo para que dos personas alérgicas a las nueces puedan probar mis rocas...jeje.

Ingredientes
- 200 gramos de frutos seco crudo (almendra, nueces de macadamia, nueces, avellanas...)
- 50 gramos de azúcar (yo le puse la misma cantidad de fructosa)
- 8 gramos de mantequilla (yo le puse aceite de oliva suave)
- 140 gramos de chocolate negro (yo le puse de cobertura 70%)

Elaboración
Cortamos los frutos secos en cuadrados o bastoncitos, como prefiramos. Las tostamos un poco (en el caso de almendras o avellanas) y reservamos.
Ponemos el azúcar a fuego medio en una sartén y cuando el caramelo tengo color rubio, echamos los frutos secos aún calientes. Con una espátula lo mezclamos todo bien.
Incoporamos la mantequilla o el aceite y una vez bien mezclamos, sacamos los frutos secos con cuidado y los colocamos bien estirados sobre una placa de papel de horno.
Mientras tanto, derretimos el chocolate, al baño maría en el fuego o a 600W de potencia en el microondas. Ponemos las almendras en el bol con el chocolate. Removemos hasta que esté bien mezclado y el chocolate haya tapado los frutos secos.
Colocamos montoncitos sobre el papel de horno en una bandeja.
Dejamos templar el chocolate y luego metemos en la nevera para que se endurezcan.
Os aseguro que no podréis dejar de comerlas...
